once del uno/ día de las palomas que flotan

no importa 
que no seas capaz
lo vas a tener que lograr

nadie vive

por fuera de la traducción
monetaria de su hacer
cuando decimos nadie es

nadie ninguna persona
todo toca ese gesto
que se intercambia

todo toca esa idea

hasta lo que quedó
interrumpido por ella

fuerza fuerza fuerza
algo que no deje
espacio vacío

prestación digital
de peso pesado
todo el día

lo produce
el cuerpo
sin ver su forma final

inicia
dineros que no ve llegar
a su parto

genera genera genera
el primero de sus bocados
y lo demás

va a las iglesias de los caballos
que ganan carreras en el hipódromo

castran para colmar
reservorios de galletitas
que llaman papadas
y que intentan ocultar
en las fotos que se toman

una y otra
palomas que picoteando
olvidan

todo lo olvidan
ruidos desde la garganta
este pájaro ya no sabe

cantar hacia afuera
un sonido parco
una gurutalidad apretada

el asfalto
torna a las aves
máquinas de botones

mascotizar la trama
para tocarla de gusto
hasta reventarla

inflar inflar inflar
después un nudito
órgano global del la especie pixelada

soga al cuello
soga
soga sin gracia

piar bajo y dormir paquete
total el cielo
es un insignificante forúnculo gris.

día festivo/ once del cuatro limpiar el barco

la secuela 
es esta

una forma que barre
adentro

todo
lo que dejó

habitar
la superficie

terrestre
del lenguaje

palabras
como plagas

unos pulgones
enormes

que chupan
y chupan

nada
queda de mi

solo
esta cáscara secándose

este trazo
digital

entre trámite
y trámite

entre espera
y orden efectiva

solo
poseo la interrupción

un espacio
mínimo

asaltado
por alarmas mentales

en el cerebro
me suena una palabra

inútil
brava inutilidad

perdés
el tiempo

un dinero que no llegaste
a fabricar

deudas
hiperactivas

link
l i n k s

conecta
y se engrosa

es una agilidad
es un virus

verborragia
idiotez

parece simple
pero me marea

inicio
el gesto de tirar

todo
por la borda

si es que hubiera
qué tirar

si es que hubiera
aún

algún barco
a flote

alguna
navegación que seguir.

abc

dejá de romper el signo de las cosas 
murmura
y su filo roza
la piel de mi garganta
puedo sentir el frío y la fragilidad
la espada no se mueve
no pendula
está estratégicamente activa
agazapada en la vibración posible de mis cuerdas/

toda la otra zona sueña
desea ver
la carne partida en dos
la sangre echándose hacia afuera
el caos
el silencio para siempre
una pedagogía sin asepsia
voraz/

rearmo
retruco
uso el último aliento
pienso que el arma que existe es esta otra
mirando a unos ojos ausentes
me orillo a mi propia voz
la busco a tientas
con desesperación
con la determinación de los finales violentos
algo aparece
lo pruebo
sabe igual
a unas uvas de estación
alcanzo a hilvanar una respuesta
conecto órganos nervios imágenes

abro la boca
hablo
digo
con asco
dejá
de romper a las cosas
con tus signos
/

el mundo acaba ahí

sin embargo
la espada
acude al deseo de una mente racional
atraviesa
desguaza
fragmenta
goza
la sangre se derrama
las cuerdas dejan de unirse a los soplos internos/

todo se torna un ruido altísimo
la palabra se agota
nada se nombra
la lengua aparece
como una acción sin gramática
como un desorden
las fibras se descomponen
no hay qué las narre
lo vital se suelta como espasmos
la muerte no sale a anunciarse
el lenguaje tampoco/

sonrío antes del derrumbe
mis dudas eran alguna certeza
me digo
si los diccionarios no fueran tan inútiles
estarían siendo acribillados/

día definitivo / día cero

y eso 
que jamás
se notó el inicio

sino sólo la fiebre
del ir perdiendo partes
bajo la sensación de agua

de exhalación
de placer
cosas como el sudor y la rabia

ideas
un invento
donde las personas dicen

que entienden
lo que dicen
las unas en las bocas

de los cuerpos
que bailan
afuera, agitádose

en la sagrada vida privada
de alguien más
alguien silencioso:

yo

esa identidad imposible
esta zanja abierta por la relación
esta mueca que acaba de cicatrizar.